
Esta historia tuvo lugar hace unos 15 o
16 años. Sólo tenía siete años de edad en ese entonces, y mi primo Dale
nueve. Él se había quedado conmigo mientras su madre estaba de viaje
asistiendo a un familiar enfermo. Como era hijo único yo no tenía muchos
juguetes, y mi Sega Genesis estaba averiado, así que no teníamos mucho
que hacer que fuera entretenido.
Nuestra rutina consistía en ver dibujos
animados en nuestra televisión por cable, seguido de Dale contándome
historias de terror cuando se hacía de noche. Mi madre, queriendo que
hiciéramos algo más activo, decidió comprar un par de walkie-talkies
para que jugáramos con ellos. Nos lo pasamos muy bien jugando a
ocultarnos en el bosque mientras que uno trataba de encontrar al otro
mediante el walkie-talkie. Como estábamos pequeños, sin embargo, no nos
daban permiso de estar fuera hasta muy tarde, así que teníamos que
regresar a las 6 p.m. Al llegar cenábamos y guardábamos los juguetes,
excepto por los walkie-talkies.

Ideas de todo tipo se me cruzaron por la
cabeza. ¿Tal vez estábamos recibiendo sonidos del más allá? ¿Tal vez mi
walkie-talkie simplemente se había averiado y produjo sonidos extraños
que parecían llantos y murmullos? Traté de no pensar en ello y me fui a
dormir.
Fui despertado al día siguiente por un
estallido que parecía provenir de la planta baja. Bajé rápido por las
escaleras, encontrándome con mi madre y Dale mirando por la ventana de
la sala a la casa de la vecina. Una gran camioneta de policía estaba
estacionada afuera y nuestra vecina, Jessie, era escoltada por varios
oficiales. Iba gritando insultos e incluso trató de escapar en un
momento, antes de ser esposada e introducida en la parte trasera de la
camioneta. Estábamos impactados por lo que habíamos visto, y en general
confundidos. Jessie era nuestra nueva vecina, quien recientemente se
había mudado a la casa de a la par con su bebé, luego de que nuestro
antiguo vecino muriera por la edad. Había sido muy reservada, y hasta
donde sabíamos era muy tranquila, no parecía ser el tipo de persona que
sería arrestada por algún motivo.
No fue hasta el día siguiente cuando
leímos el periódico que nos enteramos de lo que había pasado. Jessie
había asesinado a su bebé luego de que supuestamente fuera víctima de
las horribles apariciones de un anciano que la había estado atormentado
por semanas, y finalmente había perdido la razón. Sin embargo, ésta no
fue la parte inquietante. La parte inquietante fue el hecho de que el
monitor de bebés que se encontraba en la sala donde ocurrió el asesinato
estuvo encendido.